Texto y fotografía: Diana Rivera P. 2015
Luego de tres meses de estar luchando con un contenido complejo por su constante cambio y por, debo admitirlo, cierto recelo con la institución pública, que me llevó por otros caminos inconclusos y un tanto aburridos. He tomado por fin nuevamente el rumbo de la historia que viene a continuación y de la cual me interesa rescatar una cosa, de las tantas que tuve oportunidad de vivir. Claramente los hechos de nuestro país que durante años han servido para carcomer la “esperanza” de que ciertamente pueden existir otro tipos de realidades para todos y todas, nos ha dejado el bicho de la desconfianza; La corrupción, la inseguridad, la guerra, la desigualdad, la desorganización, entre muchos otros factores, se han insertado tanto en el pensamiento colectivo que se nos hace impensable poder encontrar junto con esto, un aspecto positivo a rescatar. Bien es sabido la actual situación del país que ha llevado a más de uno a recobrar en cierta medida dicha “esperanza”; sea todo una ilusión o sea el lento cambio que se quiere tener, es menester reconocer el esfuerzo individual y colectivo que se ha venido haciendo durante estos últimos tiempos, de buscar algo mejor con miras a compartirlo en toda la sociedad.
Gracias a un convenio entre El Plan Nacional de Lectura y bibliotecas, como interventor; el gobierno de Japón como donante y la alcaldía municipal como ejecutor, desde el 2008 se gestionó la construcción de una sede con todo lo requerido para crear una nueva biblioteca municipal. El Plan Nacional de Lectura y bibliotecas (PNLB) envió una dotación de libros, equipos (17 portátiles y 2 de escritorio) y mobiliario completamente nuevo; y el gobierno de Japón dono USD$ 198.389 para la construcción de la infraestructura de la biblioteca de Puerto Colombia y Ponedera, a través del esquema de cooperación japonesa “Asistencia Financiera No Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana, APC” Según el boletín de prensa de la Embajada de Japón de junio 4 del 2012. http://www.colombia.emb-japan.go.jp/ESP/boletines/2012/120531bibloAtlantico.htm
Fue así como el 31 de mayo del 2012 La biblioteca municipal de Puerto Colombia, ubicada en el barrio las margaritas, al lado del colegio Francisco José Cisneros y en frente de la sede de la tercera edad fue todo un hecho; En ese momento ésta dejó de ser una extensión de la Antigua casa de la cultura, ubicada en la Estación del Ferrocarril, y pasó a manos de la Alcaldía municipal. Con un grupo de 6 trabajadores se empezó la jornada de lunes a viernes desde las 8 AM hasta las 12 M y de las 2 PM a 6 PM. A partir de este momento por iniciativa de La Red de Bibliotecas Públicas e iniciativas propias de la Biblioteca municipal se han venido realizando proyectos como: “Biblioteca Escuela” con jóvenes del colegio Cisneros; “Mamita te lee” lectura en voz alta en los hogares infantiles; “Abuelos lectores”; “El maletín rodante” herramienta que incentiva la lectura en lugares públicos; “Enganchados con la lectura” proyecto que se va a implementar en el 2015, y orientaciones con el uso de la tecnología para personas de la tercera edad, además de actividades extracurriculares que abren el espacio para las iniciativas de cualquier persona de la población, como lanzamiento de libros o talleres de literatura, entre otros.
Alrededor de 120 personas visitan semanalmente la biblioteca durante esta jornada, los visitantes pueden prestar materiales, computadores y libros con su identificación; actualmente se ha estado implementado “La llave del saber” programa donado por la Fundación Gates a través del ministerio CIC que busca automatizar las bibliotecas a través del uso del carnet que se da a los usuarios para todo tipo de solicitudes que se quieran hacer. “Esto se esta probando con las personas más recurrentes de la biblioteca y si pasan la prueba, ganándose la confianza de la bibliotecaria, se les sigue prestando libros o computadores.” Comenta Luz María, la bibliotecaria.
Muchas son las ventajas que ha tenido la Biblioteca municipal desde la transformación que vivió, entre estas: un espacio tranquilo acorde con la finalidad de una biblioteca, la ampliación de material bibliográfico, un equipo consolidado de planta y la dotación de equipos de computación; Sin embargo, la falta de ORGANIZACIÓN en la búsqueda de recursos para una mayor eficiencia en el funcionamiento de sus actividades, es evidente, a pesar de la existencia de diferentes canales de ingresos como: el IVA a la telefonía móvil celular, la Estampilla Procultura, Incentivo tributario a las donaciones, Incentivo a la industria editorial y/o la colaboración por parte de otras bibliotecas ya consolidadas que quieran apoyar; esta desorganización no ha permitido, un mayor alcance de lo ya establecido. La administración pública a través de la secretaría de cultura municipal quien se encarga de coordinar la distribución de los recursos para todo su funcionamiento y de quien no pudimos obtener información alguna de primera fuente acerca de esta logística, en mi opinión, no ha delegado cierta independencia económica al equipo bibliotecario, así como tampoco ha contratado una persona de planta encargada exclusivamente para el manejo y búsqueda de recursos con el fin de llevar a la realidad otras ideas, además de las ya planteadas por la Red de bibliotecas Públicas, como por ejemplo: una adecuada promoción de lectura, la cual necesita de un personal dotado económicamente para su traslado; la creación de proyectos que inviten personal de otras partes a que conozcan las instalaciones; actividades para la recuperación histórica del municipio a través de la creación bibliográfica o el aumento de equipos tecnológicos, entre otras.
Por otra parte, aunque el plan nacional de lectura y bibliotecas proporciona mucho material bibliográfico, es necesario poder seguir invirtiendo en libros de interés actual que el público quiere tener a la mano y a su vez seguir alimentando las suscripciones de textos y/o revistas que la red departamental de bibliotecas da como apoyo y que si no ha caducado ya, pronto lo hará. Otra consecuencia de esta falta de organización de los recursos, es sin duda la problemática del deterioro de las instalaciones de la biblioteca por falta de personal de aseo y mantenimiento que realice de manera continua dichas actividades, sobre todo por las condiciones climáticas del municipio que durante tres años han venido deteriorando más rápidamente los libros, estantes, televisores, ventiladores y computadores.
Pero como la esperanza debe ser lo último que se pierde, desde el mes de abril del 2015, gracias a la visita del grupo de Promotores de lectura regional de la biblioteca nacional, se empezó a reorganizar el equipo de trabajo y el modo en que habían estado operando. Se instalo por requisito obligatorio de parte de El Plan Nacional de Lectura y bibliotecas el aire acondicionado, se retomó el proyecto “Biblioteca escuela”, “mamita te lee” y “abuelos lectores”; Se visibilizo la reglamentación, horario y demás información necesaria para una mejor comunicación con la comunidad y se instaló el servicio de WIFI. Laura Restrepo, estudiante de 9º grado y visitante frecuente de la biblioteca opina: “Lo que la biblioteca nos brinda en la diversidad en textos, la calidez de quienes frecuentan en ella, su acogedor entorno y los implementos tecnológicos no son un lujo, son una necesidad. ahora hay aire acondicionado, el lugar era demasiado caluroso; han llegado más libros y se re modelaron los muebles de la sala infantil”.