Fotografías y texto. Diana Rivera. 2014
El domingo 31 de agosto, los integrantes de ASOPESCALITO ATLÁNTICO hicieron una “pesca milagrosa” en Puerto Colombia – Atlántico, me contó Nobis Maury Ariza, presidente de dicha asociación desde el 2012. Se recogieron once millones de pesos en pescados de diferente tipo, invirtiendo el producido, según los estatutos de la asociación, en el mantenimiento de la lancha, el motor y el chinchorro, lo restante se dividió entre los pescadores que hicieron parte del acontecimiento, en igual cantidad. Después de esta hazaña hecha en altamar, gracias a la lluvia y a su buena organización, el trabajo ha aumentado y ha llegado como una avalancha desde las profundidades del mar, el sustento diario de muchos pescadores de esta parte del litoral Atlántico.
ASOPESCALITO ATLÁNTICO (Asociación de Pescadores del Litoral Atlántico) es una asociación de pescadores del municipio de Puerto Colombia que se empezó a crear en el 2007 durante reuniones informales que giraban en torno a las problemáticas de la pesca, específicamente a las repercusiones negativas generadas por las exploraciones en el mar Caribe de empresas extranjeras a ocho millas del viejo muelle construido por Cisneros. Como comenta Manuel Berdugo, técnico en electrónica, pescador e integrante de la asociación: “Nosotros nos conformamos por las exploraciones de hidrocarburo que venían haciendo algunas empresas extranjeras sobre el perímetro urbano donde pescábamos…” Pues uno de los efectos que trajo este antecedente fue que los peces se fueron alejando por las fuertes hondas que produjo el martilleo debajo del agua durante 3 meses.
En el año 2008, con la ayuda de un abogado, un asesor y trescientos asociados a bordo, se conformaron legalmente. Poco a poco muchos de los interesados en el proyecto fueron desertando, tenían algunas expectativas de dinero a corto plazo; luego se vieron enfrentados a la caída de 200 metros del colosal muelle, a las discusiones generadas alrededor de esto y a los efectos del desplazamiento forzado hacia Puerto Velero para ejercer su profesión: “Todos arrancaron para allá, sin la misma comodidad y costo, porque en moto y merienda son alrededor de doce mil pesos, más una inversión de 80 a 100 mil pesos diarios que no se recuperan en muchas ocasiones y nos vamos en pérdida; además, la falta de lluvia y el calentamiento global ha generado que la pesca se haga a 20 millas de distancia y para esto necesitaríamos embarcaciones de más calado..” reitera Berdugo.
Hoy, seis años después, son 35 los asociados que están al tanto de lo que sucede dentro de Asopescalito Atlántico en busca de soluciones efectivas a este tipo de problemáticas. La falta de persistencia en el pago de cuota del sostenimiento de la asociación y la demora en los resultados de los proyectos que se empezaron a realizar, fueron las causas de que a la hora de recoger algunos frutos los integrantes fueran pocos.
Los que pertenecen a la asociación son pescadores de línea, atarraya, chinchorro y trasmallo, quienes además de tener esta profesión desde muy jóvenes, se dedican a otro trabajo que les proporcione una entrada económica para su sustento y el de parte de su familia, cuando la pesca está en crisis. Gracias al trabajo realizado, cada vez son más los proyectos que salen a su favor y la profesión de pesca en Puerto Colombia va pasando de la marginación a tener el respaldo de diferentes entes gubernamentales, organizaciones, habitantes e integrantes del mismo gremio de pescadores del departamento del Atlántico, al enfocarlos y visualizarlos de una manera más ordenada.
Los resultados se empezaron a ver en el 2009 donde la Gobernación del Atlántico hizo entrega de algunas herramientas de pesca: una lancha, un motor y otros implementos; esto se dio debido a la gestión que los asociados hicieron al presentar un documento que argumentara concretamente lo que harían con dichos equipos. En el año 2010 Petrobras donó un motor y en el 2011 el DPS (Departamento para la Prosperidad Social), les aprobó un proyecto de 19 millones de pesos para mejorar y aumentar la comercialización de los productos de pesca, lo que trajo congeladores, canastillas plásticas, cavas y chinchorros.
En junio del presente año recibieron treinta millones de pesos por parte del DPS al presentar un proyecto donde se pedía el apoyo para comprar una lancha, un motor, 3 cavas, 20 canastillas y 8 chalecos. Para su aprobación Asopescalito Atlántico debía contar con la capacidad de aportar cierto capital al proyecto (Mínimo diez millones de pesos) La Alcaldía de Puerto Colombia apoyó la causa completando esta cantidad, permitiendo así el cumplimiento de todos requisitos necesarios para contar con un total de cuarenta millones de pesos.
A su vez, han recibido apoyo de otras entidades públicas como el Banco Agrario quien les facilitó un préstamo para el arte de la pesca amortiguándoles los intereses y El SENA, quien ha brindado becas y capacitaciones en manipulación de alimentos, productos y asesoría empresarial y administrativa de proyectos, enviando a Puerto Colombia profesores especializados en la materia; Cabe señalar que en muchas ocasiones no se utiliza ni la mitad del cupo que se les facilita, puede ser debido al desconocimiento de estas actividades, desinterés, utilización de una metodología no adecuada para transmitir los conocimientos y así atrapar al pescador o la necesidad de invertir el tiempo en acciones que les generen dinero inmediato, habría que poner esto en reconsideración.
Actualmente están trabajando en un último proyecto: crear un centro de acopio, lugar que les permitirá a los pequeños productores competir en igualdad y cantidad con las grandes industrias en los mercados de los centros urbanos, este sería administrado por tres de las asociaciones de pesca del Atlántico, junto con un grupo de personas que estarían protegiendo, regularizando y evaluando el trabajo en práctica. Se elaboró una mesa de trabajo en la Alcaldía, donde se encontraron directivas de distintas asociaciones, incluyendo representantes de Asopescalito y funcionarios del concejo municipal de desarrollo rural, quienes fueron el medio, junto con la administración, para enviar el proyecto al distrito que está a la espera de ser aprobado o rechazado.
A pesar de los pequeños avances que se han venido realizando dentro del gremio de pescadores, existen otros puntos de vista acerca del camino que han recorrido: unos creen que la mayoría del apoyo gubernamental va dirigido a la parte occidental, donde se ejerce la pesca en cautiverio, jaula, lagos y muy poco para la pesca marina. Otros, como Gustavo Peñaredondo, abogado de profesión y pescador por tradición, quién no hace parte de la asociación de pescadores, tiene otra perspectiva de los proyectos que deberían realizarse para fortalecer la pesca en el municipio: “Para un proyecto bueno tiene que haber financiación del gobierno nacional, con unas personas idóneas que manejen el proyecto mientras se capacita al pescador para que aprenda a manejar su dinero, sus proyectos y les de utilidad; coger a los pescadores jóvenes para educarlos, instruirlos e inducirlos a la pesca para que administren bien su negocio, ya que no ha venido una nueva generación que vea la rentabilidad de la pesca. La Gobernación ha ayudado a la asociación con una lancha y ciertas herramientas, pero para esto se necesita un capital de mantenimiento y aunque en cada reunión hacen actividades para solventarlo, esto no alcanza. El patrocinio para una asociación de pescadores no es una lancha ni un trasmallo, hay que hacer una cobertura amplia para que puedan competir con una empresa como Vikingos ¿Cuándo vamos a competir nosotros los pescadores con este tipo de empresas, si tenemos una lancha pequeña? con un mayor patrocinio por parte del gobierno todo podría ser diferente, pero con 5 lanchas no se soluciona la vida de los pescadores de Puerto Colombia…”
Independientemente de las dificultades que se presentan dentro de Asopescalito Atlántico, los que han luchado por su desarrollo aspiran en un futuro tener una embarcación de mayor envergadura con la que puedan incluir a mas personas; lograr hacer un convenio con Tubará para recibir unas tierras, trabajar en ellas y llegar a tener una empresa en un terreno y con máquinas propias, para producir enlatado de peces pequeños y harina de pez. Nobis Maury, quien aspira en el 2015 pasar la batuta presidencial a otro pescador que tenga las mismas convicciones por el progreso de su profesión, dice: “El pescador es un campesino que trabaja en el mar, si nosotros hemos conseguido esto (la asociación) y lo hemos conservado es por su claridad y transparencia en el manejo de todo el capital”.
A esta visión se suma la capacidad que han tenido, junto con otras 20 asociaciones de pescadores del Atlántico de río y mar, para agruparse y así obtener una mayor visibilidad por parte del gobierno nacional y departamental; desde el 2011 hacen parte de la Federación de Pescadores del Litoral Atlántico, creada por Víctor Molina, presidente de la asociación de Las Flores. Esto permite subir un peldaño en la construcción de una red departamental del gremio de los pescadores que tuvo sus raíces en cada rincón del litoral atlántico, donde los que crecieron siendo parte del agua, anhelan mantener por generaciones esta simbiosis con la naturaleza.